Carcelero
El valor que no he tenido
ha sido vencido por la magia.
Bendita magia que propicia mi castigo
si ayuda a descubrir
la insoportable losa de la injusticia
Testimonio (I)
"yo fui un humano.
Fui feliz en la vida. Todo lo feliz que te deja ser el paso del tiempo, las enfermedades, la muerte,
las ilusiones perdidas y el amor.
Ahora soy un pájaro".
huellas en el recuerdo: romance del prisionero
Que por mayo era, por mayo,
cuando hace la calor,
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor;
sino yo, triste, cuitado,
que vivo en esta prisión;
que ni sé cuándo es de día
ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba el albor.
Matómela un ballestero;
déle Dios mal galardón.
cuando hace la calor,
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor;
sino yo, triste, cuitado,
que vivo en esta prisión;
que ni sé cuándo es de día
ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba el albor.
Matómela un ballestero;
déle Dios mal galardón.
thamar y las palomas
Thamar
estaba cantando
desnuda por la terraza.
Alrededor de sus pies,
cinco palomas heladas.
Amnon a las tres y media
se tendió sobre la cama.
Vedra del escalofrío
cubre su carne quemada.
Thamar entró silenciosa
a la alcoba silenciada,
color de vena y Danubio,
turbia de huellas lejanas.
Thamar borrame los ojos
con tu fija madrugada.
Mis hilos de sangre tejen
volantes sobre tu falda.
Déjame tranquila, hermano.
Son tus besos en mi espalda
avispas y vientecillos
en doble enjambre de flautas.
Thamar, en tus pechos altos
hay dos peces que me llaman,
y en las yemas de tus dedos,
rumor de rosa encerrada.
Ya la coge del cabello,
ya la camisa le rasga.
Corales tibios dibujan
arroyos en rubio mapa.
Alrededor de Thamar
gritan vírgenes gitanas
y otras recogen las gotas
de su flor martirizada.
Violador enfurecido
Amnon huye con su jaca.
Negros le dirigen flechas
en los muros y atalayas.
Y cuando los cuatro cascos
eran cuatro resonancias,
David con unas tijeras
cortó las cuerdas del arpa.
desnuda por la terraza.
Alrededor de sus pies,
cinco palomas heladas.
Amnon a las tres y media
se tendió sobre la cama.
Vedra del escalofrío
cubre su carne quemada.
Thamar entró silenciosa
a la alcoba silenciada,
color de vena y Danubio,
turbia de huellas lejanas.
Thamar borrame los ojos
con tu fija madrugada.
Mis hilos de sangre tejen
volantes sobre tu falda.
Déjame tranquila, hermano.
Son tus besos en mi espalda
avispas y vientecillos
en doble enjambre de flautas.
Thamar, en tus pechos altos
hay dos peces que me llaman,
y en las yemas de tus dedos,
rumor de rosa encerrada.
Ya la coge del cabello,
ya la camisa le rasga.
Corales tibios dibujan
arroyos en rubio mapa.
Alrededor de Thamar
gritan vírgenes gitanas
y otras recogen las gotas
de su flor martirizada.
Violador enfurecido
Amnon huye con su jaca.
Negros le dirigen flechas
en los muros y atalayas.
Y cuando los cuatro cascos
eran cuatro resonancias,
David con unas tijeras
cortó las cuerdas del arpa.
García Lorca y Camarón
todavía no ...
esperando mis alas
Todavía no me han salido
espero impaciente si serán una carga
o un alivio
la historia
 LA LEYENDA DE LOS HOMBRES PÁJARO Todo comenzó al alba, como comienza la vida, como comienza el dolor. |
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Él era un duque malvado, |
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ella una joven y hermosa flor.
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Él quiso tenerla,
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y ella la rechazó.
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Furioso, en una torre la mandó
encerrar.
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||
El carcelero, anciano, no lo
pudo evitar,
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||
y llorando se pasaba el día
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||
por la injusticia que
cometía.
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||
¡Cuánto dolor se puede causar!
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||
La niña se hace mujer
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y todavía no ha podido ver
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cómo es el mundo fuera.
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Sólo le consuela escuchar
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el canto de unos pájaros
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que al alba le hacen soñar.
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Desde la torre miraba al
cielo
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||
donde cientos de aves volaban.
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Verlos era su consuelo
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y ser como ellos deseaba …
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||
| emprender pronto el vuelo | ||
hacia la libertad anhelada.
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Su deseo se vió cumplido
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y un príncipe bajó a su lado:
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||
Si quieres venir conmigo
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nunca más te harán daño,
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extiende los brazos
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y vuela.
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En el cielo danzan dos sombras
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que del odio escaparon.
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Son dos espíritus libres
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que por amor triunfaron.
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